El día antes de la evaluación: ¿Cómo terminar de repasar.?
El día antes de la evaluación: ¿Cómo terminar de repasar.?
Terminar de estudiar
Se acerca el examen y te preguntas cómo aprovechar al máximo las pocas horas que te quedan. Pues ¡has venido al lugar adecuado! En este artículo te explicamos cómo terminar de repasar.
Si has llegado hasta aquí, significa que tu evaluación se acerca rápidamente. Sabes que mañana estarás sentado/a frente a la hoja de examen, con la única ayuda de tu bolígrafo y tu cerebro, y te preguntas cómo puedes aprovechar al máximo el tiempo que te queda. ¿Cómo puedes aprovechar al máximo las preciosas horas que te quedan? No perdamos tiempo. ¡Te mostraremos cómo acabar de repasar!
Definir tus prioridades
Aunque es esencial que descanses el día anterior, nada te impide aprovechar al máximo las horas que te quedan profundizando en tu asignatura por última vez. Pero cuidado, ¡no de cualquier manera! Tienes que definir tus prioridades, y la ley de Pareto es una forma eficaz de hacerlo.
Este método, desarrollado en el siglo XX por el economista Vilfredo Pareto, te ayuda a identificar tus prioridades y a optimizar tu tiempo de repaso. Según la ley de Pareto, el 20% de tu curso puede permitirte asimilar el 80% de los conceptos que necesitas saber para tu evaluación. Genial ¿verdad?
Para un examen de historia, el 20% de la información importante representaría
- Fechas y acontecimientos importantes.
- Figuras icónicas.
- Las principales razones del conflicto.
Por decirlo claramente, ¡a estos elementos hay que darles la máxima prioridad!
Una vez que te hayas centrado en lo básico, puedes afinar tu repaso. Hacerlo en este orden reducirá tu estrés porque sabes adónde vas. Siguiendo con el mismo ejemplo, esto significa que te interesan
- los acontecimientos secundarios.
- las consecuencias indirectas del conflicto.
- el análisis que se ha realizado sobre el tema.
Y como las buenas noticias nunca vienen solas (la actitud positiva), la aplicación scribzee tiene LA función que necesitas: ¡los estados de progreso de tu repaso!
Tras escanear tus notas de repaso de Oxford en scribzee, puedes
- indicar tu nivel de conocimientos,
- acceder al tablero para tener una visión general de tus revisiones.
De este modo, ¡sabrás exactamente lo que tienes que hacer! Muy práctico, ¿verdad?
Ejemplo: al mirar tu resumen, te das cuenta de que has revisado todas tus fichas. Sin embargo, te das cuenta de que sólo has revisado el 20% de tus apuntes de historia, aunque son esenciales. Conclusión: ¡revisarlos se convierte en tu prioridad!
Facilita el repaso con las fichas
Para finalizar el repaso, tienes que volver a repasar la lección (¡sí, pero eficazmente!). Aquí es donde entran en juego las tarjetas. Las hay de todos los tamaños y colores, lo que es estupendo para poner en marcha tu memoria visual.
Las flashcards tienen muchas ventajas
- presentan tu curso de forma concisa y estructurada,
- son fáciles de transportar
- fomentan el aprendizaje activo,
- se pueden personalizar para adaptarlas a tus necesidades y gustos,
- te permiten practicar la repetición espaciada.
¿Aprendizaje activo? ¿Qué significa aprendizaje activo? Al utilizar las fichas, participas activamente en el proceso de aprendizaje. En lugar de hacer lo que llamamos «lectura pasiva» de la lección, piensas en responder a las preguntas de las flashcards.
También estás aprovechando el método Leitner, una técnica de aprendizaje basada en la repetición espaciada, y eso sin darte cuenta. En resumen, esta técnica te permite dedicar más tiempo a los conceptos que menos conoces.
Ejemplo: el reverso de tu ficha dice «Fecha de la coronación de Isabel I». Cuando lees el anverso, ves que lo has contestado incorrectamente. En este caso, haz dos paquetes de tarjetas: uno para las tarjetas que conoces (derecha) y otro para las que necesitas aprender (izquierda). En cuanto hayas repasado todas las tarjetas, vuelve al paquete de la izquierda hasta que lo domines.
Comprueba tus conocimientos antes del examen
En cuanto hayas terminado con las tarjetas, puedes poner a prueba tu memoria haciendo pruebas o dejando que alguien que conozcas te ponga a prueba. No hay nada más eficaz que practicar antes de una evaluación, y por eso los cuestionarios son perfectos.
- Ponen a prueba tus conocimientos y son divertidos,
- Si son imprimibles o están en línea, pueden hacerse una y otra vez,
- Los cuestionarios pueden incluir diversos formatos de preguntas.
Utilizar distintos tipos de preguntas hará que tu experiencia de repaso sea más estimulante e interesante. Opción múltiple, verdadero o falso… ¡no te faltará donde elegir!
Para crear tu cuestionario ideal, puedes
- Utilizar sólo papel,
- Utilizar un creador de cuestionarios online como Canva,
- Combinar las tarjetas Oxford con scribzee.
Al mismo tiempo, puedes repasar los ejercicios que habéis hecho en clase. Si tu evaluación es en una asignatura de ciencias (matemáticas, física-química, etc.), esta práctica te será útil. Si tu profesor te ha dado ciertos ejercicios para hacer, no es por casualidad. ¡Intentaba enseñarte lógica!
La idea es la misma para otras asignaturas. Adapta tu práctica a la asignatura que estés repasando. Si es una asignatura literaria como Francés o Filosofía, por ejemplo, puedes repasar el método del ensayo y hacer un cuestionario sobre citas.
Reforzar la memoria
Para potenciar tu memoria, primero tienes que saber qué tipo de memoria tienes tu. Adaptar tu método de repaso a tu tipo de memoria te permitirá asimilar la información más rápidamente. Como recordatorio, existen tres tipos de memoria:
- La memoria visual, que es la capacidad de recordar inmediatamente lo que el ojo ha visto,
- memoria auditiva, que se basa en el oído,
- memoria kinestésica, que utiliza las sensaciones y el movimiento para retener la información.
Para potenciar la memoria visual, recomendamos el uso de gráficos, dibujos, mapas mentales y colores. En resumen, ¡todo lo que llame la atención y estimule el cerebro!
En cuanto a la memoria auditiva, puedes recitar la lección en voz alta, grabarte escuchándola o practicar con tus amigos.
Para la memoria kinestésica, intenta recurrir a tu propia experiencia para relacionar la información con algo que te resulte familiar. El movimiento también desempeña un papel importante. Puedes mascar un chicle, tocar un objeto, etc.
Y si quieres combinar los dos métodos, repasar al aire libre es una opción. Por ejemplo, puedes dar un paseo por el parque (memoria cinestésica) y repasar tus fichas de colores (memoria visual) leyéndolas y respondiendo en voz alta (memoria auditiva).
Una vez que hayas terminado de repasar, sólo te queda ponerte manos a la obra. Confía en ti mismo y no tengas miedo, porque si estás preparado/a, ¡todo irá sobre ruedas!
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